Hace un tiempo que vivo en Mérida, aquí descubrí una ciudad hermosa que tiene una curiosa dualidad, a pesar de ser parte de México, se mantiene al margen de la inseguridad y violencia que se vive en el país, pero a la vez tiene lo mejor de la cultura mexicana, la calidez de su gente y su riqueza en historia y tradiciones.
Comfieso que nunca me imaginé vivir aquí, pero hoy puedo decir que es de las mejores cosas que me han pasado, el aire es diferente, se siente más limpio y fresco, no tengo miedo de salir a la calle y sufrir un asalto y siempre hay algo divertido qué hacer.